miércoles, 15 de febrero de 2012

La extraña dama.

Aún no he podido conocerte completa,
tan sólo tu silueta he podido ver en los sueños,
en el momento preciso en que te pienso,
sólo esa extraña imagen
con velo negro y rosa en la mano.

Mujer! Magia de amor,
sentimiento sublime,
aún no te conozco,
sólo te he visto en los instantes
en que mi ser te añora;
Quisiera pronunciar tu nombre allí,
en tu oído,
pero no es posible...
No aún, no todavía...


Mujer! Misteriosa como la noche misma,
quisiera poder decirte tantas cosas...
Y no te veo aquí,  pero te siento,
no te toco, pero te siento,
no estás junto a mi, y sin embargo te siento.


Hoy te busco y comprendo
que no sé quien eres,
sino aquella extraña dama,
y cuando la mañana anuncia su llegada,
te esfumas cual silueta que se confunde
con la bruma del amanecer.

Dime, en tu silencio, dime en tu distancia;
¿Eres en mi vida una realidad,
o simplemente una ilusión,
así, tan frágil y delicada como una mariposa
al posarse sobre una flor,
o como una burbuja,
o como el humo de una quimera..?

Mis noches llenas de silencio te llaman,
y te recitan sus versos,
aunque estés tan callada,
tan distante,
tan ausente de besos y caricias.

Mujer! Extiende tu mano
y envuélveme en tu oscuridad,
hazte mi amiga
y dejame llegarte
tan silencioso como una brisa nocturna
como en el instante preciso
en que te sueño....